Canelo

Dato de interés

• Para combatir tos y resfriados, incluso si es crónico, es muy útil para afecciones como parasitosis (lombrices), desórdenes estomacales, disentería y dolores reumáticos.
• Su nombre específico “winteri” se debe al botánico alemán Johann Jakob Winter, quien lo describió por primera vez en el siglo XVIII.
• El canelo es una de las plantas más antiguas que se conocen, con fósiles que datan de hace más de 70 millones de años, lo que lo convierte en una especie de gran importancia histórica y evolutiva.
• El nombre común “canelo” proviene del español “canela”, que significa canela, debido al color y el aroma de su corteza.
• El canelo, también conocido como Drimys winteri, ha sido históricamente significativo debido a su asociación con la prevención y el tratamiento del escorbuto. El escorbuto es una enfermedad causada por deficiencia de vitamina C, y en el pasado, afectó a muchos marineros y exploradores durante largas travesías marítimas.
• Los marineros de antaño descubrieron que masticar la corteza del canelo les proporcionaba un alivio notable de los síntomas del escorbuto. La corteza del canelo es rica en vitamina C, entre otras sustancias beneficiosas, lo que la convierte en una fuente natural de este nutriente esencial.
• La capacidad del canelo para aliviar los síntomas del escorbuto fue observada por primera vez por los pueblos indígenas de América del Sur, quienes utilizaban la planta con fines medicinales. Los exploradores europeos que llegaron a la región aprendieron rápidamente sobre las propiedades curativas del canelo y lo llevaron de vuelta a Europa como una forma de prevenir y tratar el escorbuto durante sus travesías marítimas.
• Quemar la corteza del canelo, Drimys winteri, puede producir un humo que puede causar irritación en los ojos y en las vías respiratorias, similar al efecto de una sustancia lagrimeante. Esta irritación se debe a los compuestos volátiles presentes en la corteza, que pueden liberarse cuando se quema.
• En algunas regiones donde se practica la apicultura, se utiliza el humo generado por la quema de la corteza del canelo para manipular las colmenas de abejas. El humo tiene la capacidad de calmar a las abejas, haciéndolas menos propensas a picar cuando se está trabajando con ellas. Este método ha sido utilizado durante siglos por los apicultores debido a su efectividad para mantener a las abejas tranquilas y reducir el riesgo de picaduras.